por José Garrido Muñoz

Recuerdo que había llegado a Alemania hace poco, sería la segunda semana que pasaba en el país. La familia de acogida me preguntó si me apetecía ir de camping, al principio no les entendí del todo porque en ese momento entendía poco alemán y pensé que íbamos a pasar un día en el campo.

Fue el viernes cuando por fin me enteré de que íbamos a dormir al aire libre, en tipis, durante los próximos dos días. Ese mismo día hice una pequeña maleta con algo de ropa de cambio y viajamos alrededor de una hora en coche a un pueblo a las afueras de Leipzig.

Cuando llegamos al camping estaban los tipis ya montados, nos dieron la bienvenida unos amigos de la familia que estaban haciendo una barbacoa. Al rededor de las 8 pm empezamos a comer (aquí cenan antes que en España). Toda la comida estaba muy buena. Después de limpiar la mesa y recoger los platos empezó a refrescar por lo que hicieron una pequeña hoguera y estuvieron cantando y tocando la guitarra.

Al día siguiente nos levantamos alrededor de las 9 am y desayunamos en un motel que había al lado de donde acampábamos. Luego fuimos de excursión, estuvimos caminando unas cuantas horas, por la tarde volvimos al camping. Por la noche hicieron otra vez una barbacoa, ese día me fui a dormir poco después de cenar porque estaba cansado.

Por último el domingo recogimos nuestros sacos de dormir y guardamos nuestras cosas en la maleta para volver a casa. Fue un fin de semana muy divertido, conocí a mucha gente y aprendí muchas cosas nuevas.